Obsesión
Mi hijo se ha despertado el día del cambio de hora. Son las 5:00 y, después de inyectarme un café en vena, no se me ocurre otra cosa que resucitar Código Rojo. Para este reestreno os traigo recomendaciones muy cuidadas. Al fin y al cabo he tenido tiempo para pensar. En este caso (sorpresa!) un par de documentales IMPRESCINDIBLES.
Ambos giran alrededor de la obsesión. Describen historias de individuos sumidos en el afán de alcanzar la inasible perfección. Son dos documentales que transportan a realidades que desconocemos y cuya profundidad sorprende a cualquiera. Vamós allá.
Jiro Ono tiene ochenta y cinco años y sus orígenes no pueden ser más humildes. Regenta un pequeño establecimiento en el sótano de un edificio en Ginza, Tokyo. Cuando digo pequeño, me refiero a que es una barra con 10 taburetes. En su restaurante, Jiro sólo sirve una cosa: sushi. A pesar de todo lo anterior, este bar en un sótano que sólo ofrece sushi tiene 3 estrellas Michelin, y una pre-reserva de meses.
Todo esto es posible porque el viejo Jiro está loco de atar, y lleva así muchos años. Está obsesionado por alcanzar la perfección en su pequeño nicho, el sushi. Paraos un segundo a pensarlo. El sushi es un trozo de pescado crudo encima de una pelota de arroz blanco. Quiero decir que ya sería sorprendente que alguien se obsesione con hacer la tortilla de patatas perfecta. Pero, sushi?! Y aun así, todos los chefs del mundo peregrinan a su bar a sorprenderse con el plato más minimalista del mundo, desconcertados ante la profundidad de sus sabores.
Este documental, con su preciosa e íntima producción, te sumerge en el mundo de este personaje tan singular, su historia, sus métodos, su rutina. Como todo individuo extraordinario y obsesivo, con sus luces y sus sombras. Os garantizo que durante 3 días, cuando preparéis un café, os fascinará su ritual y comprenderéis que cualquier cosa está sujeta a ser perfeccionada, cada detalle cuidado. Espero que no os dure mucho más el trastorno obsesivo compulsivo.
Existe una competición oficial de juegos arcade clásicos: pacman, joust, space invaders, ... Sí, existe. Existe una obsesión por el considerado juego más complicado entre ellos: Donkey Kong. El Everest de ese mundo. Existe un jugador legendario, el Michael Jordan de los arcades, llamado Billy Mitchel, que mantuvo durante años la mayor parte de los records en distintos juegos; que tiene, por ejemplo, el honor de haber sido la primera persona en completar un "Perfect Play" de Pac-Man. (Sí, existe una cosa llamada Perfect Play de Pac Man).
Si bien otros jugadores fueron desbancando a Billy juego tras juego, su nombre se mantuvo durante años en lo más alto de la tabla del Donkey Kong, a una enorme distancia del segundo high score registrado... hasta que un día, un desconocido jugador reclama dicha posición remitiendo una puntuación que parece imposible... no digo más.
Si la historia de este documental estuviera asociada a algún deporte más noble, nos reiríamos de las rivalidades Prost-Senna, Bird-Johnson o Federer-Nadal. Pero es quizás el contexto en el que se desarrolla y lo taraos que están sus protagonistas lo que convierte este documental en una experiencia imprescindible. Una producción mucho más ruda que el anterior, más acorde con la temática subyacente y en línea con el aire ochentero y nostálgico que evoca. Si alguna vez habéis metido 25ptas en una máquina de bar, estáis obligados a verlo. (Si no, también).